Cuan triste es el camino,
camino de mi despertar,
caminaba entre rosales
y las espinas me fuí a clavar.
Triste sentimiento dorado
que el sol no da en su ocaso
que ves el cielo de color rosado
en el desierto, de agua, escaso.
El desastre y la belleza,
van cogidos de la mano,
camina firme y sin pereza
porque, si hoy estás muy ufano
mañana puedes sentir tristeza,
y retraerla vacía...
tristeza, tristeza, tristeza....
1 comentario:
La tristeza puede sorprendernos cuando menos la esperamos. Hay que ser duro y estar preparado para no clavarnos las espinas por alcanzar las rosas. Un beso, Rosilina,
V.
Publicar un comentario